No existen limites a la hora de pensar, desarrollar, implementar, comunicar y vender un producto o servicio ÚNICO. El problema es nuestra mente cerrada y prejuiciosa cuando realizamos el ejercicio de entender e interpretar los deseos y necesidades del nicho (mercado) al cual nos queremos dirigir.
Para muchos, algunos de estos deseos y necesidades no tienen mucho sentido e incluso nos causan risa y asombro, aunque luego como marketeros debamos sacarnos el sombrero por la selección Producto/Nicho realizada.
Hoy vía Shiny-Shiny me tope con un ejemplo de Producto/Nicho buenísimo, los notebooks Tulip E-Go.
Diseñados por el estudio holandés Van Berlo, tecnológicamente estos “especiales” notebooks no tienen nada que envidiar a cualquier otro PC y si mucho en lo cual diferenciarse.
Tulip E-Go ofrece modelos ÚNICOS como el notebook de diamantes cuyo precio de 283.000 € lo dice todo, o el “elegante” y "exclusivo" modelo Louis Vuitton.
Pero ¿quién puede comprar un notebook de diamantes o uno Louis Vuitton?
Me parece que por ahí deben de existir unos cuantos miles de clientes, y eso es suficiente si tenemos en cuenta el margen o retorno de un producto cuyo precio es 283 mil euros.
Rápidamente, y sin ningún esfuerzo, se me vienen a la cabeza potenciales clientes como Paris Milton (hijitos de papá), raperos, realeza, diseñadores de ropa y una que otra consultora que alguna vez me ha tocado conocer. No diré nombres, solo iniciales MG.
Conclusión:
SI A
Siempre conocer a fondo nuestro target, investigar, dialogar, abrir espacios de interacción, hacer participe a los potenciales clientes, quizás incluso reclutarlos, para luego ser capaces de entender, interpretar y plasmar sus deseos y necesidades.
NO A
Intentar pensar y decidir por el target, inventar casos hipotéticos, dejar todo en manos de los intrascendentes brainstorm, intentar ponerse en el lugar del potencial cliente, la vanidad de creer conocer los deseos y necesidades del target y por último no a pensar en mi-mi-mi nosotros-nosotros-nosotros.